materia

17 08 2013

Pensar formas desde esa perspectiva, ese es el ejercicio que nos convoca. Hoy existe una profusa cantidad de materialidades producto de las nuevas capacidades tecnológicas que nos posibilitan unos casi infinitos diálogos matéricos; nuevas composiciones, nuevas posibilidades estéticas, nuevas performances.
Al escoger una materialidad se nos presenta algo así como un código subyacente previo dominado por las aplicaciones predeterminadas para cada material. Nuestro estudio de los materiales para la concreción requiere de una clasificación un tanto más flexible, que une a sus diversas aplicaciones una cabal comprensión de sus cualidades intrínsecas.
De esta manera proponemos basarnos en la innovación y en la aplicación de nuevas técnicas para los materiales y no (únicamente) en convencionalismos o la normativa del uso (esto sirve para…) Un formato relacional.
Surge así como evidente que, definir materia depende del enfoque y el lenguaje. Aquella se puede experimentar desde lo sensible (lo sensorial), se la puede describir técnicamente (comportamiento físico), científicamente (química, estructura) e incluso teórica y hasta filosóficamente.
En el contexto de la cursada y el trabajo de taller, predicamos que la noción de material es al mismo tiempo una mistura alquímica entre lo que el material es en concreto y sus posibles significaciones, lo que nos conduce a plantear relaciones de descripción e interpretación en función de contextos prácticos y teóricos cambiantes.
En fin, «materialidad» no es solo un sinónimo estructural, ni una categoría estética; sino que se alinea con una posición sobre el rol percibido o potencial de un material en un contexto determinado. Puede ser sensorial, estructural, conformativo, performativo, puede remitir a tiempos pasados, futuros; se lo puede pensar en términos de viabilidad económica, hasta ideológica (la tan mentada sostenibilidad por ejemplo); una significación mutable.

Para el trabajo los atributos de búsqueda, incluyen: contenido material (metal, madera, papel, telas), la forma/estructura (malla, lámina, etc.), proceso de fabricación (tejido, laminado, estampado, fundición), y las propiedades (flexibilidad, resistente, termomoldeable, rígido, frágil, opaco, translúcido, liso, poroso).
Proponer formas haciendo foco en relacionar los materiales según su composición (por ejemplo determinada tela) y sus posibilidades (es elástica, es inestable dimensionalmente, guarda en memoria los cambios en la forma).
Pensar en su tangibilidad, su realidad visual y táctil. Si bien se puede criticar la posición de elección de materiales en cuestiones solo sensoriales, también podemos argumentar en favor de lo experiencial que las pruebas, las maquetas, los prototipos, son (nos parecen) esenciales para el proceso de diseño dado que el modelado analógico (pensar manual) es, a veces, efectivo para el desarrollo de una idea. Por ejemplo el color se comprende mejor cuando es experimentado visualmente.
Visualizar los materiales fuera de su contexto convencional y sus condiciones de uso. Este formato permite descontextualizarlo de sus asociaciones típicas en fin de obtener nuevas ideas a partir de sus atributos y cualidades.
El material nos debe guiar por trayectorias intelectuales experimentales para la comprensión de lo condicionante del primero en relación a su significación, a sus posibilidades de sintaxis geométrica y a la forma pensada.

Por último, y atento a nuestro campo y a un actual estado de fascinación por «lo blando-suave-flexible» (opuesto a «lo duro-fuerte-rígido»), proponemos abrir la exploración hacia este estado.

Ejemplos de composición bidimensional y pasaje a la tridimensión en un espesor dado (partición de plano y elevación):

Adelina Flaiban-Partición plano materialidad

Cecilia García Galofre-Partición materialidad

Adelina Flaiban-Vista Corte elevación plano materialidad

Eliggi Ma Josefina 01

Eliggi Ma Josefina 02

Eliggi Ma Josefina 03

Eliggi Ma Josefina 04

Eliggi Ma Josefina 05

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